Cuerdas Ígneas

Columna invitada

La forma en que Tonalá ha alcanzado grandes galardones y reconocimientos a través de su historia nos ha dado como municipio un valor histórico a nivel mundial. Con sus grandes artesanos y las técnicas empleadas para dar vida, olor y color a sus piezas representativas del entorno cultural.

Hay varias técnicas que se emplean aquí en el municipio de Tonalá, como lo son barro bruñido, barro canelo, barro bandera, barro betus y barro petatillo o vidriado. Todas estas técnicas tienen en común la utilización de tierras para formar las piezas a trabajar que normalmente se consiguen en el mismo municipio, se extraen de pozos cercanos de la periferia de este. Es un trabajo de contacto con la tierra y la naturaleza, el artesano moldea con las manos, ya sea con tierras o con agua, requiriendo los cuatro elementos para hacer su creación, tierra, agua, aire y fuego.

Se trata de una tradición que ha permanecido desde la época prehispánica, pasando por la época colonial. El conquistador Nuño Beltrán de Guzmán fue un precursor de la comercialización de las piezas hechas en Tonalá en el año 1529 para su expansión en todos los rincones de México. Tonalá tiene un peso importante en la elaboración de la alfarería, ya que es una tradición que pasa de generación en generación entre sus habitantes; las familias tienen el legado histórico en sus genes, por lo que con orgullo y dignidad enriquecen la cultura de su entorno.

Tonalá en su evolución actual en cuestión de la alfarería acarrea dificultades; al realizar de manera cotidiana su trabajo se presentan problemáticas que disminuyen las fuentes de trabajo, ya que, con la aparición de nuevos fraccionamientos y venta de predios, se están eliminando las minas en las que históricamente se extraía la tierra para elaborar la alfarería de manera comunal, lugares  que eran públicos ahora son privados, se ha dado prioridad a empresas trasnacionales para adueñarse de dichos lugares históricos, haciendo pozos para extraer el agua, quitando cerros y árboles. Ahora es más complicado y muchas personas que se dedicaban a la alfarería optan por otros trabajos en los ya no tienen nada que ver la historia y el legado que caracteriza la cultura tonalteca.

El futuro de la alfarería en Tonalá tiene como principio la conservación y desenvolvimiento cultura en actividades donde se dé promoción y valor a  los trabajos de artesanos, para que no mueran las tradiciones y cultura que han caracterizado al municipio; los trabajos de realización en alfarería pueden perder peso, ya que los jóvenes buscan otras alternativas de sustentos económicos y dejan de lado este oficio que ha representado a Tonalá.

Afortunadamente, todavía hay familias encargadas de salvaguardar este legado que resiste los pasos de este tiempo caótico y de evolución tecnológica, en el que se prefiere viajar a otros lugares y conocer otras culturas en vez de enriquecerse de su propio entorno, compuesto por las historias y movimientos artísticos que han moldeado este arte a través de los años, una cultura bohemia y empática con la naturaleza.

Prefiero tomar agua en un jarrito mirando el horizonte desde el Cerro de la Reina recordando a mis antepasados y salvaguardando su historia alfarera.

Dragónx Landeros

Tonalá, Jalisco, México

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Imagen de portada: Museo Nacional de Cerámica, Cuauhémoc López.