Conforme se agota el 2022 y entramos en el horizonte temporal que se abrirá con el 2023 y el 2024, para México, pero también para el mundo; y en la medida en que el mundial de Qatar avanza, nos acercamos a un tiempo de definiciones: en lo social y lo político, pero también en el fútbol
Categoría: sociedad
¿Algo que celebrar?
Me cuesta sumarme acríticamente a cualquier festejo que hable de la patria, como máxima nacionalista de un estado con el que yo tengo tantas diferencias, sentimientos encontrados y cuyas heridas siguen abiertas, dando fe cada día de todo lo que no hemos podido resolver, que no hemos sabido enfrentar, pues, más allá de salir a votar, de poner nuestra esperanza en una persona u otra, en un partido u otro, ¿qué hacemos día con día para organizarnos colectivamente y plantear alternativas para enfrentar al horror cotidiano que se volvió realidad permanente?
15 de septiembre
No amo a mi patria. Su fulgor abstracto es inasible. Pero (aunque suene mal) daría la vida por diez lugares suyos, cierta gente, puertos, bosques de pinos, fortalezas, una ciudad deshecha, gris, monstruosa, varias figuras de su Historia e historia,
Supervivencia o extinción
¿Seremos lo suficientemente inteligentes, como para sortear el escollo que se nos presenta y que es el más grande reto de nuestro tiempo? ¿O será que la fuerza e inercia de las cosas y sus negocios, terminarán imponiéndose, como hasta ahora?