Con reminiscencias de Agatha Christie y asimismo cierto talante hitchcokiano, encontramos en La furia (2024) del chipriota Alex Michaelides una más que interesante novela en la que el amor, las pasiones encontradas, el misterio, la muerte y el crimen se entrelazan, proporcionándonos una compleja y a la vez entretenida narración de suspenso.

Este último texto de Michaelides nos lleva por los senderos a los que ya nos tenía acostumbrados el escritor desde La paciente silenciosa (2019), su primera aventura narrativa en la que su formación en  psicoterapia es también evidente y la cual ha sido traducida en 50 países y cuenta ya con más de seis millones de lectores en todo el mundo.

El autor trastoca también la narración cronológica para ofrecernos una novela en la que transcurren los diversos tiempos sin que nos lo advierta; pero también advirtiéndolo nosotros, varios planos que mezclan el presente, pasado y futuro; pero a la vez también hace cambio de personajes y también de narrador y, de ese modo, nos sostiene en vilo mientras intentamos desenredar la madeja de encuentros y desencuentros a los que nos enfrenta.

Así como los giros inesperados que cualquier novela negra que se precie de ser tal, nos proporciona un final totalmente imprevisto.

alex michaelides novela negra
La furia / Alfaguara.

Otro tema es el presentar lo que podríamos llamar literatura en la literatura, plano en el que realidad y vida cotidiana se confunden, para convertirse en facetas de una misma estructura.

Los personajes, asimismo, son creación del escritor; pero a la vez tienen una vida propia que nos lleva a entender que, más allá del autor, éste se vuelve también espectador de su propia creación.

Desde mi particular perspectiva, el texto tiene similitud con una obra del año 2023 del escritor español Arturo Pérez Reverte (El problema final), en lo que se refiere sobre todo a escenarios y un final igual de inesperado; aunque en este caso el clásico convocado es Sir Arthur Conan Doyle, creador del célebre detective Sherlock Holmes, del que todavía siguen yendo a visitar los turistas la casa de la  calle de Baker Street donde el investigador londinense tenía, en las obras del narrador, su estudio y donde reflexionaba con su ayudante, el famoso Dr. Watson.

Otro elemento que comparten estas obras es el cine y las dos giran alrededor de un núcleo que está relacionado con lo que se ha llamado El séptimo arte.

Alex Michaelides. (Foto: alexmichaelides.com).

En La Furia no hay un Hércules Poirot, buscando la verdad como en las narraciones de Christie; pero sí hay varios personajes que tienen, vamos a decirlo así, su propia verdad de lo que ocurre.

Yo recomendaría estas dos novelas recientes a quien le apasione la novela llamada negra y de las cuales pueden aprender mucho sobre la naturaleza humana, así como sus vericuetos, contradicciones y entrelazamientos entre el amor, incluida también la amistad y el odio.

Además de obtener ratos de esparcimiento recuperarán, con agradecimiento, a los clásicos del género, porque, como en todos los campos ocurre, los clásicos son, en alguna medida, insuperables.

Muestra de ello es la deuda que abiertamente reconoce en sus agradecimientos Michaelides  a Agatha Christie, y que aparece implícita pero innegable, en Pérez Reverte en la obra mencionada, con respecto a Conan Doyle.

Guadalajara, Jalisco, 29 de agosto de 2024. Colonia Morelos.


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