“La vida y la Tierra forman un todo

Interactivo y el planeta puede concebirse

como un solo organismo: ahí lo tienes […]

Jim ha modificado para siempre la comprensión

que tenemos de nuestra vida y nuestro planeta”.

Esta vez voy a ocuparme del último libro de James Lovelock (1919-2022), médico, científico e inventor; creador de la hipótesis Gaia, que dio origen a las ciencias de la tierra.

Se trata de Novaceno. La próxima era de hiperinteligencia; texto en el que nos anuncia la buena nueva: una era, ya en juego desde nuestros días, en la que predominará la vida no orgánica y más inteligente que nosotros, los humanos.

De este modo Lovelock se aleja de las visiones catastrofistas y asume que puede darse salida a los múltiples problemas creados en la era del Antropoceno, era en la que el ser humano, en tanto más inteligente y dotado culturalmente de instrumentos técnicos, ha predominado sobre la tierra; con las consecuencias de su propio desarrollo, para la naturaleza, los seres vivos y nosotros mismos.

Aparte del Prefacio, escrito por Bryan Appleyard, y una Coda, el ejemplar está compuesto por tres apartados: El cosmos cognoscente, de cinco capítulos (1. Estamos solos, 2. Al borde de la extinción, 3. Aprendiendo a pensar, 4. Por qué estamos aquí y 5. Los nuevos conocedores); La edad de fuego, de nueve capítulos (6. Thomas Newcomen, 7. Una nueva era, 8. Aceleración, 9. Guerra, 10. Ciudades, 11. El mundo está demasiado con nosotros, 12. La amenaza del calor, 13. ¿Bueno o malo? y 14. Un grito de alegría); y Entrando en el Novaceno, de nueve capítulos (15. AlphaGo, 16. Diseñando la nueva era, 17. El bit, 18. Más allá de lo humano, 19. Hablando con las esferas, 20. Todos vigilados por máquinas de amorosa gracia, 21. Armas pensantes, 22. Nuestro lugar en su mundo y 23. El cosmos consciente).

nuevo libro de james lovelock
Portada de ‘Novaceno’ / Paidós.

James Lovelock se hace, casi al final de su manual, dos preguntas cruciales que de algún modo cruzan toda la obra en la que el autor nos cuenta desde el origen del universo, de la vida y de nosotros, hasta la posible aparición (ya real en alguna medida en el mundo de hoy) de otros seres a partir de los sistemas de inteligencia artificial que pensarán, dice, diez mil veces más rápido que nosotros y que nos verán como nosotros vemos a las plantas: “¿estamos solos en le cosmos?” y “¿está todo el cosmos destinado a alcanzar la conciencia?”.

Estamos, así, ante una escritura maravillosa que nos lleva, paso a paso, con un conocimiento de primera mano, por todos los confines del saber y de las diferentes prácticas técnicas, para posibilitarnos imaginar y pensar el mundo del futuro.

Es algo que Bryan Appleyard deja muy en claro en su Prefacio, en el que rinde un justo reconocimiento a James Lovelock.

Appleyard lo escribe así, denotando un gran conocimiento de James Lovelock y de la obra que presenta:

“Jim no es antropocéntrico. No concibe a los humanos como seres supremos,  como la cumbre y el centro de la creación. Esto estaba implícito en la idea de Gaia, que hacía patente, para aquellos que la comprendían, que la biosfera posee sus propios valores de supervivencia, que se hallan muy por encima y más allá de cualesquiera valores humanistas. Aquí se hace explícito: si la vida y el conocimiento han de tornarse completamente electrónicos que así sea; nosotros hemos desempeñado nuestro papel y ya están apareciendo en escena actores nuevos y más jóvenes” (p. 15).

Destacaré, por cuestiones de espacio, un capítulo de cada parte, en los que Lovelock hace sus planteamientos más innovadores; no sin hacer una semblanza muy general de todo su texto.

padre de la teoría de la gaia
James Lovelock (1919-2022). Foto: Ladera Sur.

Con un gran conocimiento de las ciencias y de cuestiones técnicas y operativas, Lovelock aportó mucho en ese aspecto, el autor hace un repaso desde el origen del universo, de la vida y del ser humano, hasta la posible aparición de la vida no orgánica, como digna sucesora de la vida orgánica toda y particularmente de nosotros, los humanos.

Ese es el sentido del libro todo y su propuesta de la nueva era: Novaceno, como la sustituta del Antropoceno, era en las que estamos inmersos, pero de la que ya despunta, nos dice Lovelock, la nueva era: Novaceno.

Veamos algunos detalles que nos comparte en los capítulos que consideraré para esta breve presentación de este singular libro que corona toda una vida dedicada a la ciencia y a la invención técnica.

El capítulo 5, que cierra la primera parte, James Lovelock lo comienza así:

“Pero, como he dicho anteriormente, nuestro reinado como los únicos entendedores del cosmos está llegando rápidamente a su fin. No deberíamos tener miedo de ello. La revolución que acaba de comenzar puede entenderse como una continuación del proceso mediante el cual la Tierra cría a los entendedores, a los seres que conducirán al cosmos al autoconocimiento. Lo revolucionario de este momento es que los entendedores del futuro no serán humanos, sino lo que yo opto por llamar <<cíborgs>>, que se habrían diseñado y construido a sí mismos a partir de los sistemas de inteligencia artificial que ya hemos construido. Estos serán pronto miles y luego millones de veces más inteligentes que nosotros” (p. 51).

Es esto lo que Lovelock llama Novaceno, era, como ya lo dijimos, sustituirá a la actual: Antropoceno; y que será definida por el predomino de la hiperinteligencia.

Siguiendo esta lógica y a contracorriente de las concepciones catastrofistas, Lovelock escribe al inicio del capítulo 14, con el que cierra la segunda parte:

“Así pues, mi última palabra sobre el Antropoceno es un grito de alegría: alegría por la expansión colosal de nuestro conocimiento del mundo y del cosmos que esta era ha producido. Es maravilloso vivir en una época en la que ha sido posible cobrar conciencia de Gaia, y yo tengo el privilegio de haber vivido en medio de un frenesí de investigaciones científicas y obras de ingeniería “[…]

“El Antropoceno, especialmente en los últimos años, también ha producido un crecimiento enorme de la información, lo cual resulta evidente para cualquiera que use un teléfono móvil o que visite un sitio web. Este aluvión de información habría sido inimaginable hace tan solo algunos años” (pp. 107-108).

antropoceno actividades humanas
Ilustración: AdobeStock.

Finalmente, después de que en el capítulo 23, que cierra la tercera parte, se hiciera y nos hiciera dos preguntas fundamentales: “¿estamos solos en el cosmos?” y “¿está todo el cosmos destinado a alcanzar la conciencia?”, Lovelock pone fin al libro todo con la siguiente cuestión:

“¿Debemos temer el futuro y las sorpresas que pueda traernos el Novaceno?”, respondiendo: “Yo creo que no. Esta época marcará el fin de lo que para nosotros son casi 4.000 mil millones de años de vida biológica en este planeta. Como humanos dotados de emociones, sin duda esto es algo de lo que deberíamos sentirnos orgullos a la par que tristes […]

“El futuro es incognoscible para nosotros, como siempre lo ha sido, incluso en un mundo orgánico. Los cíborgs concebirán cíborgs. Lejos de continuar siendo una infravida que está ahí para nuestra conveniencia, evolucionarán y podrían ser los productos evolutivos pioneros de una especie nueva y poderosa. De no ser por la presencia dominante y abrumadora de Gaia, en menos de nada serían nuestros amos” (pp. 165, 167 y 168).

¿Seguiremos siendo lo que somos, como termina diciendo Lovelock en su Coda?

Es una cuestión que el tiempo futuro resolverá.

Y no sabemos cómo, si en la versión optimista de James Lovelock o en la versión catastrofista que no pocos apuntan y que también se desprenden de la lógica de la era actual.

Pero… no se nos olvide que el futuro puede ser bastante impredecible y abierto a las consecuencias mismas del tiempo y del hacer humano mismo.

Además de otras variables. Así han sido las cosas hasta hoy día.

Nota bibliográfica: Lovelock, James, Novaceno. La próxima era de la hiperinteligencia, Ediciones Culturales Paidós, México, 2023.

La edición en inglés es de 2019, pero no se consigna la editorial; la edición en España es de 2021.


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