Gaza, genocidio silenciado y censurado
Lo que está en juego hoy no es la existencia de Israel,
sino la supervivencia del pueblo palestino. Si la guerra
de Gaza acabara en una segunda Nakba, la legitimidad
de Israel se vería definitivamente comprometida. En ese caso,
ni las armas estadunidenses, ni los medios de comunicación
occidentales, ni la razón de Estado alemana, ni el recuento
distorsionado e indignado de la Shoah podrán redimirlo”.
Enzo Traverso, Gaza ante la historia.
Pocos libros son tan oportunos y pertinentes como el de Enzo Traverso, historiador italiano, Gaza ante la historia (Editorial Akal, México, 2024, 112 pp.). La traducción es de Valentina Olalla Salvador.
Sí, pone al descubierto las dimensiones oportunistas y políticas del genocidio que Israel perpetra, desde hace muchos años y no solamente desde el 7 de octubre del año pasado, con la complicidad de Estados Unidos y de Europa.
¡Ay, Europa! ¡Tan postrada a Estados Unidos y tan alejada de sus propios ideales civilizatorios!
¿Por qué los medios masivos y en general las redes sociales, se han plegado a la narrativa israelí, defendida por Estados Unidos y Europa?
¿Por qué a pesar de numerosas y considerables protestas en todo el mundo, lo que ha ganado es la indolencia?
¿Por qué pese a la sentencia de la Corte Penal Internacional, Israel, Benjamin Netanyahu y todo su gabinete siguen actuando impunemente?
De alguna manera Traverso, yendo a la historia inmediata y mediata, posibilita comprender lo que movilizan dichas interrogantes.
Es un texto comprometido, sí, pero no por ello falto de rigor; a pesar de que es una respuesta al calor de los acontecimientos.

Todo aquel o aquella que quiera poder seguir, críticamente, lo que sucede en la franja de Gaza, tiene que leerlo.
Para deconstruir la narrativa israelí dominante, en la que Israel se pone como víctima, cuando es, en este caso, el victimario.
Y también para superar el chantaje ideológico, sí, no es otra cosa, que remite al holocausto que padecieron, injusta e indebidamente, los judíos en manos del nazismo.
¿Es ese sentimiento de culpa el que, ahora, “compromete” a Alemania y Europa toda en el apoyo y defensa a ultranza de la violencia colonial ejercida por Israel a los palestinos?
En la medida en que Traverso contextúa toda esta historia, se vuelve entendible y también injustificable el colonialismo y la limpieza étnica que Netanyahu y su gabinete de guerra imponen, desde hace mucho tiempo y no solamente como respuesta al acto terrorista de Hamás.
En este punto Traverso hila bastante fino, pues historiza, todo el tiempo, las complejas relaciones existentes entre terrorismo y luchas de liberación nacional; tal y como se han dado en la historia.

Bien, entresaco de esta lectura mía, algunos párrafos clave para que se entienda por qué no es posible una posición neutra con respecto al genocidio, silenciado y censurado por todos los medios, en el área de influencia de Estados Unidos y Europa; es decir, prácticamente en todo el mundo.
El libro, por su estilo, se puede leer rápido y por su precio es muy accesible; de modo que, con el ánimo de incitarlos a su lectura y nunca pretender sustituirla, van tres pasajes, bastante reveladores, para entender mejor lo que acontece en Gaza y por qué es un genocidio.
El primero es de contexto y es, también, de cifras comparativas que ponen en su lugar las cosas:
“El 7 de octubre no es un estallido repentino de odio, tiene una larga genealogía. Es una tragedia metódicamente preparada por quienes hoy querrían vestirse de víctimas […]
“Un simple vistazo a la cronología permite comprender cómo se llegó al <<pogromo>> del 7 de octubre. Desde la retirada de Israel en 2005, la Franja de Gaza ha sufrido continuos ataques por parte del Tzahal [Fuerza de Defensa de Israel] que se han saldado con miles de muertos: 1.400 en 2008 (frente a 13 israelíes), 170 en 2012, 2.200 en 2014. El 30 de marzo de 2018, una gran manifestación pacífica contra el bloqueo de la Franja acabó en masacre: 189 muertos y 6.000 heridos. En 2023, entre el 1 de enero y el 6 de octubre, el Tzahal mató a más de 6.400 palestinos, de ellos más de 5.000 en Gaza, e hirió a 158.440, mientras que las víctimas israelíes fueron 310 y los heridos 6.460. En Gaza, los refugiados palestinos son cerca de un millón y medio, más de la mitad de la población. La tasa de desempleo es del 50% y el 80% de la población vive en condiciones de pobreza” (pp. 18-19).
El segundo tiene que ver con las intenciones:
“Los crímenes de guerra, intencionales o accidentales, no son el propósito de una guerra, son una de sus consecuencias. Por el contrario, la destrucción de Gaza es el objetivo de la ofensiva israelí. Las facciones más extremistas del Gobierno israelí persiguen objetivos ambiciosos y querrían proceder a una limpieza étnica completa de la Franja abriendo la frontera egipcia. Once ministros del Gobierno de Netanyahu participaron en enero en una concentración de sionistas extremistas a favor de la recolonización de Gaza.
“Uno de los objetivos de la ONU de 1948 es superar las limitaciones de los Juicios de Núremberg, donde los crímenes nazis fueron tratados como crímenes de guerra. Un genocidio no es reducible a un crimen de guerra” (p. 23).
El tercero y último, ahonda en las cifras comparativas, lamentablemente, que de ninguna manera tienen parangón:
“Hasta la fecha, Hamás ha matado <<bárbaramente>> a casi 1.200 israelíes, entre ellos 800 civiles; el Tzahal ha matado <<de forma inteligente>> a 34.000 palestinos[1], quizá una cuarta parte de ellos combatientes de Hamás, y muchos estiman en el menos 20.000 el número de víctimas que siguen bajo los escombros” (p. 30).

Así las cosas.
Estimados lectores y lectoras de Cuerdas Ígneas, ¡lean el libro de Enzo Traverso!
Estoy seguro de que no se arrepentirán.
J. Ignacio Mancilla
Guadalajara Jalisco, colonia Morelos, a 26 de julio de 2024.
[1] Nota: en el editorial del periódico La Jornada del 23 de julio de 2024, se afirma que a casi 10 meses después del 7 de octubre de 2023, la cifra de palestinos muertos es más de 39.000, sin contar los desaparecidos.
Las opiniones vertidas en las columnas invitadas y en las publicaciones especiales reflejan el punto de vista de su autor o autora y no necesariamente el de Cuerdas Ígneas como proyecto de escritura. Para comentarios, observaciones y sugerencias escríbenos a: cuerdasigneas@gmail.com





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