Compañía de Teatro Jurídico

Una idea-teatro es primeramente un esclarecimiento”.

El jueves 24 de octubre, a las 7 de la noche, la Compañía de Teatro Jurídico de la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, llegó a la representación número 100 de su repertorio. Son 13 obras de teatro las que se han escenificado.

Fue con la obra Miren al cielo, son luces de bengala, escrita por el profesor Sergio Quiñonez y dirigida por él, que la Compañía engalanó el arte del teatro.

Dicha obra tiene que ver con la matanza criminal, por parte del Estado mexicano, perpetrada el 2 de octubre de 1968.

Un crimen de lesa humanidad, cometido por el régimen priísta de Gustavo Díaz Ordaz (quien fue miembro, además, de la CIA).

Esta grave herida, como muchas otras, sigue sin que se le haga justicia.

Al igual que los 43 de Ayotzinapa, que Acteal, Aguas Blancas y tantas otras afrentas; muchas de ellas, sino es que la mayoría, han sido orquestadas desde el poder del Estado.

Ya había visto la obra, en otra ocasión, pero esta puesta en escena, con la que se conmemoraron las 100 representaciones, me gustó mucho; ya que estuvo a la altura de la ocasión.

Así que, ¡enhorabuena! ¡Tenemos Compañía de Teatro Jurídico! ¡Tenemos teatro en la Universidad de Guadalajara!

Y esto es algo que nos tiene que llenar de orgullo; por mi parte, en lo personal, no dejaré de reconocer el valioso trabajo que realiza el profesor Sergio Quiñonez.

Del mismo modo, reconozco el enorme valor de sostener, con sus actuaciones, tanto de las actrices como de los actores, a la Compañía que atinadamente dirige el profesor Quiñonez.

Hacen un aporte cultural y pedagógico también, en el mundo del derecho.

La herida que nos dejó la matanza del 2 de octubre de 1968 es una más, de las muchas cicatrices, que no cierran y que permanecen abiertas y sangrantes. Esto a 56 años de la masacre.

Entre otras cuestiones, porque fue un acto de terrorismo de Estado, sobre el que no se ha hecho justicia, como ya lo dije.   

Son muchas las afrentas que el Estado nos ha endilgado.

Y esto es algo terrible, incluso es siniestro.

miren al cielo obra de teatro sobre el 68 udeg
Póster de la obra ‘Miren al cielo’.

Pero más terrible fue, y en esto la obra es muy clara, que el aparato jurídico en general, y los abogados en particular, estuvieron implicados, para mal, sobre todo en la criminalización de las víctimas de la noche de Tlatelolco, cosa que hizo el mismo Estado, no sin el apoyo de los abogados.

¿Por qué el aparato jurídico todo y los abogados fueron, además de malos actores,  copartícipes de semejante abyección?

No intentaré, en este espacio, responder a esta compleja y difícil cuestión; pero sí quiero dejarla por escrito, para dejar constancia.

También en esto, el trabajo hecho por el profesor Quiñonez, así como el realizado por las actrices y actores de la Compañía, es de una enorme significación.

Pues lo que hace la Compañía es un aporte, en acto, a la deconstrucción crítica del propio derecho.

Algo muy necesario en estos tiempos de aguda crisis de todo el aparato judicial en México.

¿No es esto lo que se hace más que evidente, en muchos de los actos de las y los jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

Es muy claro que todo esto está abierto y dependerá del devenir no solamente del aparato judicial, sino de lo que acontezca en nuestro país.

Todo esto queda abierto a los vaivenes, pues, de la política en México.

¿Y el derecho?

Viendo las cosas desde esta perspectiva, ¿somos plenamente conscientes de lo que nos aporta la Compañía y el trabajo del profesor Quiñonez,  así como el arte de sus actrices y actores?

Por todo esto, va mi gratitud y reconocimiento, otra vez, al profesor Quiñonez; pero también va mi gratitud y reconocimiento para:

Alverick Olmos (Reynaldo).

Esmeralda Villalobos (Roberta).

Gerardo Ulises (Luis).

Gael Rangel (Miguel).

Luis González (Profesor Iglesias).

Mariana Flores (Myrthokleia).

Mónica Cambroni (Consuelo).

Ehekatzin Ortega (Alex).

Héctor Rocha (Salvador).

Franky Rojas (Agustín).

Gael García (Raúl).

Calixto Gómez (Gilberto).

Sabina Villanueva (Ignacia).

Julián García (El Rector/Un agente Olimpia).

Yosune Escorza (La señora Carmen).

Dimitri Fafutis (El agente Gutiérrez).

Humberto Cruz (Pablo/ Un agente Olimpia).

Maximiliano Jauregui (Música original).

Sergio Quiñonez (Dramaturgia y dirección).

Gerardo Ulises (Asistente de dirección).  

Mayela Carbajal (Fotografía).

estudiantes de derecho obra de teatro

Con respecto al acontecimiento del 2 de octubre de 1968, la Universidad de Guadalajara tendría que pedir perdón; lo que no significaría olvidar su papel abyecto (es toda una historia, que es necesario que se cuente) y que se hizo patente, de la manera más ambivalente, en la entrega del doctorado Honoris causa y su posterior retiro a Luis Echeverría Álvarez, uno de los principales responsables (en tanto secretario de Gobernación, también perteneciente a la CIA) de la matanza del 2 de octubre de 1968; y posteriormente del halconazo de 1971).


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