(tercera parte y última)
Nota introductoria: mañana viernes 6 de diciembre se cumplen 214 años de la abolición de la esclavitud por parte de Miguel Hidalgo, en Guadalajara; nos pareció importante recordarlo en la publicación de esta carta/decálogo.
A manera de carta abierta a Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México
“[…] Así se explica cómo los medios corporativos
europeos y estadunidenses se admiraron con la
carta de la presidenta Claudia Sheinbaum a
Donald Trump: después de todo, la soberanía
seguía existiendo en alguna parte del mundo,
y el Estado no era un cachivache del siglo XX”.
Fabrizio Mejía Madrid, Soberanía.
No sin temor y temblor, me doy a la tarea de ponerle fin a este Decálogo político 2024 (iniciado el 29 de junio de 2023; la segunda parte es del 5 de octubre del mismo año), y he decidido —por deseo propio—, hacerlo a la manera de una carta abierta, dirigida a nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum.
Pero antes, va una breve explicación del retraso y también del por qué este Decálogo asume, en esta última entrega, la forma de carta abierta; lo que servirá, creo, de justificación y entrada.
El retardo es por el grado de dificultad de la escena política mexicana (y también mundial); y el formato —que seguirá la misma estructura que los dos anteriores—; pero ahora bajo la modalidad de una misiva abierta, tiene que ver con el permanente maniobrar de la derecha mexicana (e internacional), de socavar —ilegalmente—, la legitimidad de nuestra presidenta (cuestión que ha alcanzado un nivel de degradación política inaceptable).
Baste ver la enorme cantidad de comentarios machistas y hasta misóginos que inundan las redes sociales, bajo todas sus formas. Mensajes que denigran más a las y los emisores que a la receptora. Y no estoy considerando, solamente, los hechos a título personal, sino, sobre todo, los encargados políticamente por medio de granjas contratadas para tales fines. Y el uso vicario de las redes sociales.
Bien, hechas estas dos aclaraciones indispensables, va pues.

C. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México:
1) No está de más decirle, con toda mi admiración y respeto, que emití uno de los casi 36 millones de votos con los que usted se convirtió en la primera presidenta de México; esto después de 200 años de historia; en la que nuestro país tuvo solamente varones en la presidencia (74). De modo que, esta epístola es, también, una confirmación de mi voto. Esa fue mi convicción y la sigue siendo.
2) Toda la campaña fue una manifestación ruin de una derecha sin ideas y sin proyecto de nación; además de la soberbia que hizo que no vieran, nunca, la posibilidad de triunfo del famoso Plan C. Y una vez que la mayoría se decantó por dicha opción, se dieron a la tarea de boicotear —ilegalmente— el mandato de los votos. De una manera sumamente descarada y cínica, sin ningún fundamento jurídico. Rebasando todo el tiempo, con sus actos, la legalidad y la legitimidad misma. En pocas palabras, se comportaron de manera villana y subversiva; cosa que siguen haciendo. En particular las y los jueces, sobre todo los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; quienes deberían garantizar la constitucionalidad y no convertirse en escudo de criminales.
3) Hoy, la situación política, nacional e internacional, se ha tornado mucho más compleja, todavía; pero aún en este contexto, un tanto inestable, usted no solamente ha mantenido el rumbo de la 4 T, sino que, también, se apresta —como lo dijo todo el tiempo—, a construir el segundo piso de la transformación hecha por Andrés Manuel López Obrador. Y eso es lo que no soportan y no le perdonan. Al grado de que la oposición ha pedido, abiertamente, la injerencia de fuerzas extranjeras; en particular, la de Estados Unidos. No cabe duda de que la oposición es de suyo apátrida.
4) Con la sorprendente, hasta cierto punto, elección de Donald Trump, se avecinan tiempos difíciles y más todavía, con una derecha que carece de amor por el país y todo el tiempo hace guiños a las fuerzas intervencionistas. Pero aquí quiero extenderle toda mi confianza; estoy seguro de que sabrá encontrar las formas de hacer prevalecer la soberanía y la independencia de México, nuestra amada nación. Tenga la seguridad de que cuenta conmigo para lo que se le ofrezca, tratándose de defender nuestra libertad e independencia.

5) Ya veremos lo que se viene una vez que Donald Trump asuma el poder, porque una cosa es hablar y otra es hacer desde las complejidades económicas, sociales y políticas —incluso culturales—, de una nación como la de Estados Unidos y nuestras relaciones bilaterales. Insisto, puede contar conmigo y estoy convencido de que muchas y muchos nos pondremos a su disposición, en caso de que se necesite y la nación así nos lo demande.
6) Por otro lado, y esta es una opinión muy personal, creo que construir el segundo piso de la 4 T no puede hacerse sin ahondar en los cambios sociales y políticos, así como económicos, educativos y culturales (sobre todo), que todas y todos esperamos. Ése fue el sentido del voto masivo hacia usted, que la hizo ganadora con muchos más votos que los que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a ser el presidente número 74, en la larga historia de México como país independiente.
7) Para ello es necesario, así lo pienso, decantar más las alianzas en favor de una visión más popular y nacionalista; dejando de lado a muchos actores claramente oportunistas, que se subieron a su barco solamente por intereses de grupo. En pocas palabras, ¿cómo construir el segundo piso de la 4 T si se sigue arrastrando a actores que no quieren, realmente, la consumación de la transformación de México, sino únicamente seguir gozando de privilegios y poder?
8) Desde esta perspectiva, MORENA, con todo lo valioso que tiene, es también una serie de contradicciones en el seno del propio movimiento, que necesita una orientación más clara y precisa en aras de la consumación plena de la 4 T. Por lo menos en Jalisco esto fue lo que llevó a que no se ganara y se tuviera la contundencia que se tuvo a nivel nacional. Y estoy seguro de que, eso que ocurre en Jalisco, también pasa en otros estados. Haciendo no solamente difícil el cambio, sino a veces imposible y hasta mutando a los enemigos a vencer, camuflados en las fuerzas disímiles de MORENA mismo. ¿Es el caso de Chiapas? No solo, lamentablemente.

9) La oposición no va a ceder. Son muchos los intereses que están en juego (la punta del Cártel Inmobiliario en la CDMX es apenas una hebra); ellos continuarán con su campaña de desprestigio —tienen muchos recursos económicos y mediáticos—. Van a seguir insistiendo con mentiras y calumnias. Proseguirán invocando y convocando a las fuerzas extranjeras, con tal de conseguir sus objetivos. El cinismo y la desvergüenza es su sello. No tienen ningún tipo de escrúpulo, ni lo tendrán.
10) Bajo estas circunstancias, de una enorme complejidad, por la propia dinámica del país y por su inserción en el concierto de las naciones (la geopolítica actual), los retos a los que nos enfrentaremos —todas y todos los mexicanos; incluso aquellos desnacionalizados—, requieren de un liderazgo firme y claro, que afiance la soberanía, la independencia y la libertad de nuestro México. En este sentido, confío plenamente en su capacidad política para que, por fin, México despegue hacia la consolidación de un país más justo y equitativo, como el que soñaron nuestras y nuestros próceres de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
El tiempo histórico es de la 4 T.
Por todo lo anterior, le reitero, con mi mayor admiración y respeto, que puede contar con muchas y muchos mexicanos que estamos dispuestos a jugárnosla por México, nuestro país.
Puede, pues, contar conmigo y con muchas y muchos otros. Estoy seguro.

Post scriptum:
Quiero decirle, a manera de despedida, que sueño con un México en el que la justicia no sea una mera ilusión, sino parte de nuestra vida cotidiana: un país en el que los criminales no comanden. En el que ya no haya más desaparecidas y desaparecidos y tampoco existan más feminicidios. Este México sería muy otro al que hoy vivimos y gozaríamos, de ese modo, de la paz entre nosotros y la paz con nuestros vecinos. Y no la discordia de las fosas clandestinas.
Tendríamos, así, un México grande, con la posibilidad de prosperar más equitativamente.
¿No sería esta una excelente culminación del segundo piso de la 4 T?
De no afianzar esto, sería un fracaso y significaría dejar abierta la posibilidad de que la derecha regrese al poder; lo que llevaría a México a un gran retroceso, ¿no cree usted?
A t e n t a m e n t e
J. Ignacio Mancilla
Profesor de asignatura del Departamento de Filosofía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara; con 46 años dedicados a la enseñanza.
Guadalajara Jalisco, colonia Morelos, a 5 de diciembre de 2024.
Imagen de portada: Gobierno de Tamaulipas.





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