El amor, enigma de los filósofos; pasión de los poetas; ilusión para los psicoanalistas; pan y sal de todas las mujeres y hombres, hace acto de presencia en este rito, a través del cual unen sus vidas Ignacio y Eunice.

La unión, con plena aquiescencia de ambos, quiere dejar de perpetuar y reproducir los papeles tradicionales que se asignan a la mujer y el hombre en la institución del matrimonio. La familia, en una sociedad como la nuestra –de gran desarrollo técnico y científico y desigual evolución de la conciencia ética–, debe y tiene que transformarse.

La contrayente tiene derecho a una vida libre e independiente que le permita realizar las aspiraciones que, como sujeto del género femenino, le han sido negadas en una sociedad histórica que los varones han dominado. Ella siente la responsabilidad y obligación de coadyuvar, en la medida de sus fuerzas singulares, a la consecución de un mundo en el que el amor no sea un sueño, sino una realidad cotidiana.

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Foto: Archivo familiar.

El contrayente se siente con la obligación moral de traicionar al sector de los opresores, del que históricamente le correspondió formar parte y adherirse sin reservas –no sólo de palabra, sino en los hechos–, a la causa por la que luchan las oprimidas. No sólo quiere proteger, sino también ser protegido; pues, como ser humano que es, tiene derecho también al miedo y a la angustia.

Ella y él se comprometen, por medio de este acto, en el que están presentes sus familias, testigos y amistades, a compartir las responsabilidades y obligaciones, así como los derechos que implica un contrato de convivencia como este, por partes equitativas.

Quieren ser compañero y compañera en el amor; en los éxitos, pero también en los fracasos; en la creación; pero también en la rutina. Como pareja, no quieren que el hogar sea su mundo, sino el mundo su hogar.


El presente documento es el Acta de matrimonio que firmaron J. Ignacio Mancilla y Eunice Michel, después de haber escuchado del juez del registro civil la Epístola de Melchor Ocampo, integrante de la Generación del movimiento de Reforma, dirigida por Benito Juárez. El texto original forma parte del Archivo de la familia Michel Díaz.

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