“La ficción nueva se opone en esto a la antigua
ficción representativa: no es la fabricación de
personajes que se presentan para que la sala los
reconozca, es la disposición de los medios de
arte que instituye la escena”.
Jacques Rancière, La palabra muda:
Ensayo sobre las contradicciones de la literatura.
Disculpen la exageración con la que doy comienzo, esta vez: el teatro es más que indispensable para poder meditar la vida y el mundo.
Para poder pensar. Así de simple y complejo a la vez.
Y, como desde hace ya buen tiempo, la Compañía de Teatro Jurídico de la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y de Humanidades de la Universidad de Guadalajara, me ha venido posibilitando razonar la vida y el mundo, quiero, aquí, agradecerles eternamente.
Con su puesta en escena de La ratonera, de la inigualable Agatha Christie (la “gran dama del misterio”), me han dado luz para reflexionar, junto con la obra, la situación actual del mundo y de la vida.
¿Acaso vivimos en una ratonera?
A como están las cosas, tal parece que sí; pues un día sí y otro también penden sobre México y el mundo todo, las vociferaciones y amenazas de Donald Trump. Y no podemos ni debemos olvidar que los presidentes de los EUA —ya los republicanos como los demócratas— son los principales asesinos en serio; pues han propiciado guerras, intervenciones, golpes de Estado, asesinatos de estadistas y demás linduras “democráticas”, como ninguna otra potencia en la historia.
Todo en aras de sus intereses económicos y políticos.
Esta ha sido y seguirá siendo su geopolítica real.
Trump, como en El gran dictador, de Charles Chaplin (1940), se siente y se cree dueño del mundo. Y así actúa, en consecuencia, con ese supuesto.
El de creerse el amo del mundo.
¿Cuántas víctimas —directas e indirectas— acumulan entre, por ejemplo, los últimos 5 presidentes de los EUA?
Dejo la pregunta y…
Pero vayamos al teatro, que es lo que acá nos interesa.

La madurez actoral de las y los actores de la Compañía de Teatro Jurídico del CUCSH es, con cada puesta en escena, más evidente y tangible.
¡Enhorabuena!
Esta vez se dieron a la tarea de emprenderla nada más, pero nada menos, que con Agatha Christie (1890-1976); y, además, con una obra que ha estado en los escenarios del teatro londinense, ¡desde 1952!
Con unas treinta mil funciones y más de once millones de espectadores (Introducción a la edición de La ratonera de Austral, 2022, traducida por Miguel Temprano García).
Agatha Christie posee, además, récords que la hacen, ya, una figura legendaria: es la novelista con más libros vendidos de todos los tiempos (“precedida únicamente por William Shakespeare y la Biblia”); es una de las más traducidas (“a más de cien idiomas”) y es la única autora que ha llegado a tener tres obras “en cartel en el famoso West End de Londres” (Ídem).
Una mujer excepcional.
¡Felicidades!
No cabe duda de que el trabajo de las y los actores es cada vez mejor y más parejo; se nota, claro, la labor de dirección del profesor Quiñonez.
¡Congratulaciones!

La ratonera fue puesta, esta primera vez, en cinco funciones (espero que la escenifiquen otra vez); la que me tocó ver, el martes 18 de febrero a las 11 de la mañana, fue excelente.
Extiendo, aquí, mis parabienes a todas y todos los actores; los nombraré, por supuesto, diciendo también la o el personaje que caracterizaron.
Durante la función, el suspenso fue muy bien escenificado y cada caracterización —ya sea femenina o masculina— fue muy bien realizada; de modo que el trabajo de conjunto ha sido espectacular y el final fue increíblemente extático.
¡Todo un éxito!
¡Cómo disfruto del teatro que nos proporciona la Compañía de Teatro Jurídico del CUCSH!
¡Es todo un agasajo!
Cada función de la Compañía es ¡una verdadera fiesta del teatro!

Aunque la obra se desarrolla en un tiempo y un espacio muy distinto al nuestro, lo que nos cuenta tiene que ver con las pasiones humanas y con el daño que nos hacemos, los seres humanos, en nuestra convivencia cotidiana.
¡Ay la crueldad humana!
Por prejuicios de clase, económicos, religiosos y hasta políticos.
La ratonera nació por encargo y es una obra de la madurez de Agatha Christie, quien se basó en un hecho real de su tiempo.
Se trata, como se anunció en el cartel que promovió la obra, de “un crimen”, “diez sospechosos” y… de “¿quién caerá en la ratonera?”.
Pero… ¡si ya estamos adentro!
Con una duración de poco más de dos horas, ni se sintió el tiempo, dado que las y los espectadores fuimos abducidos totalmente en la trama; gracias a la magia del teatro.
¡Qué loable es la labor que lleva a cabo el profesor Sergio Quiñonez y las y los actores de la Compañía!
Con escenografías muy sencillas y minimalistas, por lo regular, los recursos son escasos, suelen transportarnos, con su trabajo escénico, a vidas y mundos muy otros.
Y nos hacen cavilar, así, sobre la vida y el mundo desde perspectivas diferentes a las de nuestra ajetreada y enajenante vida cotidiana.
En este caso, la del mundo londinense posterior a la II Guerra Mundial (1939-1945). Pero con algunos cambios, pocos; es decir, adecuadamente adaptada a nuestro contexto, en cierta forma.

Adaptación que implica, por supuesto, no perder el contexto de este mundo. Sobre todo, el modo en el que seguimos, inconscientemente e ¿inocentemente?, sin saber vivir conforme a la dignidad humana; demasiado humana, para decirlo nietzscheanamente.
¡Qué pena que no hayamos aprendido, a estas alturas, las lecciones del arte y del teatro en particular!
¿Se asumen, en el CUCSH, las consecuencias del teatro de la Compañía que dirige el profesor Quiñonez?
En fin.
Me reservo, para otra ocasión, porque estoy seguro de que volveremos a ver La ratonera en escena, a pensar, más detalladamente, de la trama misma de esta obra que, como logro suyo, quizás único, es el de haberse mantenido en cartelera desde 1952.
¡Durante “siete décadas”! (Ídem).
¡En Londres, su país de origen!
¡Cuestión que es, en sí misma, toda una hazaña!
¡Larga vida en nuestra memoria para Agatha Christie!
Mujer singular, a quien rindo tributo en vísperas del 8 de marzo.
¡Y larga vida para la Compañía de Teatro de la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y de Humanidades de la Universidad de Guadalajara!

Y como colofón, va, escuetamente, el cierre de la obra, tal y como fue escenificada por la Compañía de Teatro Jurídico, que terminó con un grito colectivo:
¡Esto es una ratonera!
¿Es el mundo actual una ratonera?
Todo nos lleva, lamentablemente, a… que respondamos afirmativamente.
Pero…
Van ahora los créditos respectivos:
La ratonera, obra de Agatha Christie, 1947.
Dirección: Sergio I. Quiñonez Rodríguez.
Asistente de dirección: Gerardo Ulises.
Diseño de luces y efectos de sonido: Alverick Olmos.
Fotos: Compañía de Teatro Jurídico.
Elenco, por orden de aparición:
Mónica Cambroni, como Mollie Ralston.
Calixto Gómez, como Giles Ralston.
Gerardo Ulises, como Christopher Wren.
Sabina Villanueva, como Margaret Boyle.
Héctor Rocha, como Samuel Metcalf.
Mariana Flores, como Katherine Casewell.
Gael López, como Jasper Graham (carbonero).
Ehekatzin Ortega, como Finn Wood (carbonero).
Esmeralda Villalobos, como Angela Paravicini.
Gael Rangel, como Charles Trotter (sargento Trotter).
Texto de apoyo: Christie, Agatha, La ratonera, Austral/Planeta, México, 2023: traducción de Miguel Temprano, Estudio preliminar y propuesta de trabajo de Rosa Solé e ilustraciones de Guillermo Berdugo.
J. Ignacio Mancilla
Guadalajara Jalisco, colonia Morelos, a 6 de marzo de 2025.
Imagen de portada: Compañía de Teatro Jurídico.





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