ANIMALES, BESTIAS Y ¿HUMANOS? La inexplicable paradoja de la humanidad

La entrada que precede este texto me pareció soberbia, hecha con sabiduría y con una magistral pluma, que sí, es la de mi padre, pero más que eso, se trata de un intelectual como pocos en México (me lo han dicho repetidamente, distintas personas que han trabajado con él), formado tenazmente en la filosofía, su pasión, una que me ha transmitido desde que apenas balbuceaba. Tengo que decirlo porque viene al caso, porque después de esa entrada titulada ¿Y si los animales respondiesen?, publicada el viernes 15 de mayo, me surgieron muchas, demasiadas preguntas, y también sentí un poco de miedo, lo cual motivó esta pequeña introducción, miedo a no estar a la altura en las siguientes...