A Beatriz Preciado, filósofa española, la diagnosticaron los psiquiatras con lo que ellos llaman disforia de género, es decir, algo así, en términos profanos, como estar descolocada con respecto a su género.
Mucho tiempo después y al haber atravesado con su cuerpo mismo por la pandemia de la Covid-19; y habiéndose convertido en Paul B. Preciado, por medio de un cambio de género, el filósofo publica Dysphoria mundi (Anagrama, 2023).
El libro es lo que podríamos llamar una vuelta de tuerca o quizá un giro de 180 grados con el que demostrará, de manera por demás brillante, que lo que está descolocado es el mundo mismo.
Ya en estas páginas de Cuerdas Ígneas nos habíamos ocupado de esta obra J. Ignacio Mancilla y la que esto suscribe; ahora, la pretensión es volver a los asuntos que trata que son, de alguna manera, inagotables.
En primer lugar y retomando una frase de Hamlet, The time is out of joint (el tiempo está desquiciado), Preciado nos irá llevando a lo largo del texto por dos asuntos centrales: lo que podríamos llamar el malestar en la cultura contemporánea (más adelante haré la diferencia con la obra del mismo nombre de Freud) y la patente manifestación del mismo durante la reciente pandemia.
La Covi-19 no sólo desquició los sistemas inmunológicos de más de 500 millones de sujetos en el mundo, con resultados fatales en casi el 10% de los casos; también puso de manifiesto el desquiciamiento de todos nuestros ámbitos civilizatorios: el trabajo, la familia, el amor, la amistad, los lazos sociales, la industria fármaco-química, la relación con las demás especies con las que convivimos en el planeta, la identidad subjetiva, las diferencias sexuales, la extracción de energías fósiles y un largo etcétera desde el que Preciado nos ilustra, desde su perspectiva, el gran malestar de lo que llama nuestra civilización petrosexorracial.
Y no es casual que mezcle junto con los aspectos laborales, las cuestiones de género e identidad y diferencias sexuales; en el mundo actual, lo que Marx consideraba el sujeto clásico de la revolución, el proletariado no es más el presente de la lucha social. Aunque hay un renacer de las luchas de clase.
Los movimientos sociales actuales, que surgen del gran descontento de las masas en nuestra época, están relacionados con las batallas de las mujeres, los trans, los queer, los homosexuales, los migrantes, las luchas por razones de discriminación de raza (recordemos las grandes manifestaciones en Estados Unidos por el asesinato, a manos de policías blancos, del afroamericano George Floyd).
Y, desde luego, las batallas por la defensa del planeta, sus animales (entre ellos, nosotros, que, después de la Segunda Guerra Mundial, en 78 años, lo hicimos inhabitable y nos convertimos en una especie en extinción) y las plantas y los ríos que por él corren.
En Dysphoria mundi, una de las mejores y más lúcidas lecturas que he visto últimamente, Preciado logra plantarnos ante el espejo de nuestra descolocación y nuestra locura frente al mundo. En el intento de re-colocarnos.
¿Irreversible? Quién sabe. Quizá los más realistas dirían que sí.
Y es aquí donde quiero señalar la diferencia entre la concepción del malestar en la cultura de Freud y la de Preciado.
Para el fundador del psicoanálisis el malestar en la civilización era ineliminable. Estructural, concomitante a la condición humana. De ahí su escepticismo en cuanto a la Revolución del 17 en Rusia y la utopía de cambiar a los hombres con el cambio de estructura social y económica.
Para Preciado (y aquí me atrevería a colocarlo dentro de un pensamiento que, a pesar de todo, apuesta por la utopía, y muestra de ello es el magnífico postfacio, la carta final de la obra, desde la cual, con todo lo imposible, propone lidiar por el cambio) es una revolución sui generis.
¿Cabe esperarla, contra toda esperanza?
Eunice Michel
4 de mayo de 2023. Guadalajara, Jalisco. Colonia Morelos.
Referencias:
Preciado, Paul B. Dysphoria mundi. Anagrama. Barcelona, 2023.
Freud, Sigmund: El malestar en la cultura. Amorrortu, editores. Buenos Aires, 1990.
Imagen de portada:
«The Time Is Out of Joint»: Notes on Metachrony / Broken Hands Media.
Cuerdas Ígneas 
Deja un comentario