El ocaso de la vida

¿Hay una vida para mí, posible, coherente, consistente con lo que me han enseñado Eunice e Ignacio? Como la pregunta aparece, susurrándome al oído, sin importarle la hora del día o el sitio donde me encuentro, doy paso a la escritura, lo único que me ha salvado, de mí misma, de los dolores que desgarran las entrañas. Y también me ha salvado de la locura

Tener una habitación

En mi mundo ideal viviría en un espacio donde haya una habitación independiente para cada una de las actividades que realizo: descanso, trabajo, entretenimiento, ejercicio, relajación. Necesitaría una casa con por lo menos 5 habitaciones, para poder mantener separados cada uno de los aspectos de mi vida, y así contar con un sitio para poder ver cine en casa, con su propia pantalla y proyector; un estudio para leer y escribir; la recámara sin ningún tipo de aparato electrónico cerca...