Las voces más jóvenes

A tan solo un par de días de que se conmemore el Día Internacional de la Mujer y posteriormente se lleve a cabo el paro convocado para el 9 de marzo, esfuerzo al que me sumaré para visibilizar las violencias que estamos sufriendo las mujeres y lo que implica que todas nosotras desaparezcamos del país (y del mundo) por un día, quiero reflexionar sobre el papel de las niñas y las jóvenes, que en muchas ocasiones nos han puesto el ejemplo a las adultas .

9 de marzo convocatoria

¿Qué implica ser niña y crecer en un país como el nuestro? Desde muy jóvenes todas las mujeres nos vemos expuestas a una serie de violencias y peligros que solo por el hecho de ser mujeres enfrentamos. Una en particular que a mí me llevó a alejarme por mucho tiempo del espacio público es el acoso. Salir a la calle y poder caminar sin ser molestada por miradas, chiflidos y comentarios sobre nuestros cuerpos es algo que nos es negado a las mujeres; y el acoso comienza en la niñez. Todas tenemos una historia qué contar sobre nuestro primer acoso, que en muchos casos se remonta a cuando teníamos diez años o menos, cuando un hombre se sintió con el derecho de decirnos algo inapropiado o en el peor de los casos, tocar alguna parte de nuestro cuerpo.

Sobre este tema, invito a los hombres incrédulos a que pregunten a cualquier mujer de su entorno, amiga, hermana, madre, a qué edad fueron acosadas por primera vez y en qué circunstancias. Estoy segura que se sorprenderán de lo que las niñas y mujeres vivimos en el transporte público, en las calles y en muchas ocasiones en nuestras casas. Esto quedó en evidencia con el hashtag #MiPrimerAcoso que reunió en Twitter testimonios sobre las experiencias que hemos vivido por el hecho de ser mujeres y hacer actividades cotidianas. La convocatoria fue lanzada en la red social por la periodista colombiana Catalina Ruiz-Navarro y en pocas horas el hashtag fue utilizado miles de veces para narrar cuándo y cómo chicas de diferentes países habían sido acosadas por primera vez. Sobra decir que las historias contadas son estremecedoras y ponen sobre la mesa un tema que había sido minimizado.

Mi primer acoso

En los últimos años nos ha ido quedando claro, no solo a las mujeres, sino a la sociedad en general, que tenemos que alzar la voz y organizarnos para hacer frente a todo aquello que no nos permite vivir con tranquilidad. En especial cuando hablamos de violencia de género, hay toda una batalla que dar en relación con visibilizar las conductas y actitudes que derivan en violencias contra las mujeres y niñas. Las redes sociales se han convertido en una herramienta en esa lucha. Hashtags como #MeToo, #NoMeCuidanMeViolan, #NiUnaMenos, #SiTocanAUnaTocanATodas han servido para denunciar y además para dar voz a las mujeres que han sido vulneradas y nombrar cómo el machismo nos maltrata. Es cierto lo que se replica una y otra vez en espacios feministas: Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.

Ha sido para mí un gusto enorme enterarme de cómo las más jóvenes se han ido organizando en sus escuelas para protestar y alzar la voz. Y pensando más allá de la violencia de género, hay niñas alrededor del mundo que están llamando la atención al mundo entero sobre otros temas fundamentales también. Un ejemplo notable es el de Greta Thunberg, la jovencísima activista sueca que está dando la vuelta al mundo con su mensaje acerca del cambio climático y urgiendo a gobiernos e instituciones a que tomrn acciones concretas para atender esta emergencia que afecta a toda la vida en la Tierra.

activista Greta
Greta Thunberg. Foto: Getty Images.

Algo que desde los feminismos y otras luchas sociales se dice es que no permitamos que nuestros propios privilegios nublen nuestra empatía. Greta es un gran ejemplo actual de como el privilegio se puede utilizar para ser escuchada. Todavía muchas personas no comprenden esto. Se le acusa de ser blanca y privilegiada, ¿acaso ella escogió esas circunstancias? No han entendido nada quienes creen que no se puede cuestionar las injusticias e inequidades desde el privilegio. Quizá incomoda que una joven con tantas comodidades al alcance, decida renunciar a muchas de ellas y empiece a confrontarnos, porque en el fondo, muchos no están dispuestos a incomodarse en lo más mínimo ni a implicarse en un estilo de vida consciente que reflexione en el impacto que nuestros hábitos y costumbres tienen en el planeta.

Resistir es posible, pensar en un mundo distinto también. En el camino se plantean muchas decisiones que nos podrán acercar al mundo que anhelamos. Qué bueno que personas tan jóvenes lo tengan ya tan claro. En el caso de México, quiero volver a los asuntos de género, pues recientemente fue noticia la protesta de unas niñas en un plantel educativo de Cuautitlán, Estado de México. Las chicas habían denunciado ante el director de la secundaria técnica Jaime Torres Bodet que algunos alumnos las grabaron por debajo de la falda sin su consentimiento. Como respuesta, el director les dijo que ellas mismas provocaban esas situaciones. Fue entonces que decidieron organizar una protesta con la canción Un violador en tu camino.

Apenas unos días después de que se viralizara el video de la protesta, la Secretaría de Educación Pública anunció que el director Omar Soberanis Galeana, había sido destituido de su cargo. Esta es solo una pequeña muestra de lo que con organización puede lograrse. Por supuesto, hay mucho más qué hacer, en las escuelas y en todos los espacios en los que las mujeres nos desarrollamos. Lo que me alienta es presenciar que los tiempos, las personas y las circunstancias han cambiado, pues exalumas de la secundaria donde se suscitó todo, comentaron acerca de que el problema del acoso es viejo, sin embargo, antes no se atrevían a hablarlo y lo vivían solas y con miedo. Es un gran paso el poder hablar hoy de estas situaciones y tener espacios en redes sociales que permitan dar a conocer al mundo lo que sucede en una comunidad estudiantil de ochocientos estudiantes, como esta escuela. Me da mucho gusto por el temple mostrado por las alumnas y por lo que han conseguido. El reto es seguir luchando.

En relación con todas estas muestras y ejemplos que nos han dado las voces más jóvenes, retomo algo que se dijo en un seminario en estudios de género de la Universidad del Claustro de Sor Juana, durante la sesión de cierre de la tercera generación: Que lo que no fue para nosotras, sea para ellas. Deseo que todas las exigencias actuales se traduzcan en una realidad distinta y mucho mejor para todas las niñas de ahora y las que están por venir. Claro que para ello, cada una de nosotras tenemos que sumarnos como agentes y motores de cambio. Así que nos vemos en la marcha del 8 de marzo, para gritar juntas en las calles y paremos el 9 de marzo, para reflexionar sobre lo que importante de nuestra presencia en el mundo.

Inés M. Michel.

T: @inesmmichel / I: @inmichel
T: @CuerdasIgneas / FB: Cuerdas Ígneas

cuerdasigneas@gmail.com

2 comentarios sobre “Las voces más jóvenes

  1. La violencia de género, psicóloga, económica, física… Vivimos en una sociedad, dónde cada uno, desde nuestra trinchera, podemos organizarnos, sumas acciones, para cambiar nuestro entorno, y relaciones sociales. Gracias Inés, por tu congruencia…

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