SINFONÍA DE LO INVISIBLE O LA CONSTRUCCIÓN DEL MUNDO SENSORIAL
Ivonne Solano
Sinfonía de lo Invisible
José M. Delgadillo
62 min.
México
2020
Documental
En línea: https://youtu.be/k98LT3WPVN0
Los seres tan sensibles serían como los buenos violines muy usados,
que con cada ligero contacto del arco vibran en todas sus partes y partículas.
Así como toda palabra que se pronuncia produce una vibración interior,
todo objeto representado en imagen la provoca también.
Wassily Kandinsky.
José Delgadillo ha depurado las puertas de la percepción a las que hace referencia Blake, mientras a la orilla de la carretera observas la lluvia, los charcos y las llantas ruedan con alegría salpicando tu cara para despertar tus oídos con una melodía acuosa y cada gota se va transformando en la partitura de “Gymnopédie No. 1”. La cámara deleita al ojo con escenas que despiertan en la memoria las imágenes poéticas de Paterson (Jarmusch, 2016) y la filosofía vital que corre en el mundo de la atemporalidad de Kaili Blues (Bi Gan, 2015). Todo transcurre en cuatro capítulos y un epilogo acompañados de un bello soundtrack, entre Vivaldi, Erick Satie y Kronos Quartet, además de profundos diálogos de Heidegger, Allen Ginsberg, Hesse, Whitman, William Carlos Williams, Cage, Noam Chomsky, Leonard Cohen, Sontag y Reygadas.
I
Finge haber sido creada por ello, pero siempre estuvo ahí lo que llaman arte. José M. Delgadillo.
El artista cuestiona el rol de las instituciones que regulan las disciplinas artísticas, la postmodernidad y la originalidad en las ideas. La creación es un hermoso resultado de lo intertextual, de la caja de Pandora que se abre rescatando momentos del pasado para que sean iluminados esperando que el ojo los apunte y así sean parte del “reino sensorial”.
El audio de una clase de arte se mezcla a lo visual en el transcurso del documental, lo cual inspira a crear mediante la apropiación del cóctel artístico: “Nada es original. No importa de dónde lo tomas sino a donde lo llevas”.

II
El lenguaje es un misterio, va más allá de una expresión. Los límites de mi idioma son los límites de mi mundo. José M. Delgadillo.
“En principio era el verbo”… Así es como el lenguaje nos demuestra que tiene relación estrecha con la creación, con el logos. Es necesario preguntarse ¿estoy suficientemente educado para comprender lo invisible? Ya que lo invisible puede percibirse en el mundo etéreo. Pero el arte es el puente a lo individual y colectivo, realiza un dialogo con el alma mediante un efecto 3D de imágenes interpuestas: ondinas, siluetas, caminos a ningún lugar y fotos desempolvadas en la memoria. En algún punto de la dimensión narrativa nos abrigan las palabras: “Puedes perderte en un poema, en un libro, para mí el arte es perderse en otro mundo”.

III
Dicotomías humanas, entre el cielo y la tierra. Cantos que se convierten en melodías. Sinfonía que resuena, estruendoso placer. José M. Delgadillo.
Así, cada elemento, forma u objeto se armonizan para generar un contacto adecuado con el alma.
Kandinsky nos refiere que el artista debe mostrarse ciego ante las formas, ya sean reconocidas o no reconocidas, sordo a su época. Sus ojos y oídos solamente deberán atender a su necesidad interior.
En esta Sinfonía se puede apreciar una escena de cine mudo en donde el lenguaje apunta hacia el corazón del hombre y, por ende, al del mundo. Delgadillo nos muestra su sensibilidad visual y auditiva al combinar escenas y textos de creación propia en una sola escena; sin duda, en esos minutos nos permite un mirar a su alma.

IV
¿Cuantas miradas hemos perdido por llevar la vista nublada? Como si la intensa luz de la invención nos hubiera cegado. José M. Delgadillo.
Espacio y tiempo son nociones ligadas a lo efímero, pero Delgadillo nos brinda la posibilidad de la permanencia mediante la obra artística, en específico, la fotografía. Las voces incitan un diálogo con el espíritu, demostrando la eternidad escénica y narrativa. Mientras que la muerte, la primavera, el frío y la enfermedad son sólo experiencias al despertar de la conciencia.

EPÍLOGO
El tiempo se detiene, fotografías, palabras, colores, música y poesía, aquí realmente se suspende el tiempo para ser apreciado en forma de vida. José M. Delgadillo.
Trascender no es mera ilusión, la obra artística es un medio para ser recordado, así como los detalles originales en nuestras vidas manifestados en imágenes saturadas de color para transformarse en un lenguaje poético que se almacenará en la memoria. Se escucha el poema “ThePoet” de Hesse para proyectar la existencia en objetos simples, pero profundos, que nos muestran animales, flores, fotografías de la infancia y una extraña sensación similar a la de la tarde de las 17:45, cuando en el horizonte se percibe la masacre del sol, ese mágico polvo de estrellas: infinito.
El artista sin duda realizó un viaje onírico hasta Saturno e, influenciado por la música de las esferas, ha creado Sinfonía de lo invisible con esencia divina, para nombrarse “Yo soy” en lugar de “yo fui”. El resultado es la belleza de escenarios visuales y algunos con breves fragmentos poéticos de su compilación “Notas de un viaje que nunca existió”.

Ivonne Solano
Gracias por compartir. Bello texto…
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Gracias, Isabel. Pasaremos tu comentario a la autora.
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