No sin prejuicio decidí adquirir la novela de David Lagercrantz, en busca de una novela negra, mi género preferido.
Y digo que no sin prejuicio porque Lagercrantz es el escritor sueco que compró los derechos de la saga Millenium de Stieg Larsson para utilizar los personajes y la historia de dicho autor, a la muerte de éste, para hacer sus propias historias.
Dice el dicho mexicano que “segundas partes nunca fueron buenas” y, según me mencionó uno de mis amigos libreros favoritos, la continuación que hizo Lagercrantz no está a la altura de lo que Larsson hizo.
No obstante, Obscuritas me sorprendió. No sólo porque ofrece una narrativa con varios giros en la historia que nos van manteniendo en suspenso a lo largo de la trama, en la investigación del asesinato de un inmigrante árabe, árbitro de futbol, personaje del cual la imagen pública representada no es lo que parecía, sino que también nos llevará a una serie de cuestiones en las que está implicada también la política.

Cabe decir que los inmigrantes son uno de los temas recurrentes en los relatos de los novelistas nórdicos, incluso Larsson mismo fue un defensor de los derechos de éstos y también de los derechos de las mujeres. No olvidemos que el personaje central de Millenium, Lisbeth Salander, es una fémina empoderada y que se defiende siempre con sus propios recursos, de los hombres violentos que persigue y la persiguen.
La detective de Obscuritas se asemeja a Lisbeth Salander, también una mujer fuerte, en este caso inmigrante chilena quien, aliada con una especie de psicólogo forense, personaje también complicado, encontrarán las claves del enigma propuesto al principio.
Hans Rekke y Micaela Vargas, quien además es exiliada chilena e hija de un hombre que fue asesinado durante el periodo de la dictadura en Chile, se convertirán en una especie de Sherlock Holmes y el doctor Watson (deuda con Sir Arthur Conan Doyle que Lagercrantz hace explícita en los Agradecimientos finales). Ambos, gracias a las dotes deductivas del primero y su original estilo que, en este caso, tiene que ver con las adicciones a ciertas sustancias que utiliza (así como Sherlock su famosa pipa) y la fortaleza y valor de la segunda, van a poder descubrir lo que no descubre la policía.

Otra cuestión importante del relato y la que da título al libro es la de que Lagercrantz, como todos los escritores nórdicos, es un defensor de la democracia occidental y durante las investigaciones que realizan con respecto al crimen, van a hacer referencia a lugares tan oscuros, en muchos sentidos, como fueron los utilizados por Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo y todas las violaciones a los derechos humanos cometidas ahí.
Por otra parte, y también desde el lado de la política, Lagercrantz hará referencia, por medio de la novela, a la situación de las mujeres y en especial las artistas en la guerra que los talibanes hicieron en su momento, contra los músicos que se habían formado en la Unión Soviética.
Detalle importante: con respecto a la forma, en la estructura de la narración, Lagercrantz hace varios flashbacks, lo que lo emparenta con el cine y, por otra parte, nos clarifica lo ocurrido.
La novela de Lagercrantz es de 2021 y la primera edición en español es del año 2022.
Una lectura muy actual y que nos hace preguntarnos sobre varios temas que tienen qué ver con nuestro tiempo.
Además, la primera en la que presenta a sus dos detectives en lo que llama “el primer caso de Rekke y Vargas”.
Al final, llegan otros personajes con otro misterio que después veremos.
Por último, una reflexión: ¿es nuestra época un tiempo de obscuritas?
Eunice Michel
12 de enero de 2023. Guadalajara Jalisco, colonia Morelos.
Referencia:
Lagerkrantz, David: Obscuritas. Ediciones Destino/Planeta. México, 2022.
Imagen de portada: Campus Training.