Columna invitada
Eduardo Reyes González
Durante el tiempo en que la humanidad ha existido en este planeta, una de las características más importantes y por las cuales se ha desarrollado, extinguido y han convergido las sociedades, ha sido gracias a la naturaleza propia de la conquista de diversos territorios geográficos, comúnmente llevada a cabo por grupos con mayor poderío económico y militar ante otros que, por su condición, han sido sobajados, adaptando su forma de vida ante la voluntad del conquistador.
Al fin de cuentas, la multiculturalidad se crea y manifiesta a lo largo del tiempo. Ejemplos podemos ver en cada una de las sociedades o países marcados por un territorio, viendo en la mayoría, elementos culturales diversos que definieron su propia identidad.
Es así como el hombre deja ver el deseo de conquista como una demostración nata e instintiva de poderío, y es así como en los años cincuenta del siglo pasado, inició una carrera por el espacio, impulsada por la entonces Unión Soviética (URSS) y Estados Unidos, quienes después de afrontar la Segunda Guerra Mundial, decidieron que las fronteras conquistables ya no serían terrenales, impulsando ir más allá de nuestro territorio espacial y buscando otros destinos, aunque desconocidos y sin una utilidad aún comprendida. Fueron las misiones más representativas de estas dos naciones, la Sputnik, de los soviéticos y la Apolo, de los norteamericanos, los que dieron el primer paso para lograr ir más allá de nuestro espacio terrenal.
Es así como inició esta carrera, en la cual se mandaron sondas de exploración en primer momento, posteriormente tripulando naves con ya conocidos animales, la investigación científica como un modelo más centrado mandando satélites que ahora son las herramientas indispensables para la comunicación global, el individuo dando “un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, llegando a trabajar en conjunto en la Estación Espacial Internacional que da más de 16 vueltas a la tierra al día y en donde coexisten 15 países en colaboración científica, hasta llegar a la actualidad donde se están desarrollando diversas expediciones a Marte.
Y aunque aún es incierto y dudoso si en verdad el hombre llegó a la luna, ahora el deseo de ir mas allá, se ve formado con las nuevas expediciones internacionales para llegar al planeta rojo, sacar ventaja, poner una bandera de conquista y con la idea, no tan expuesta, de conquistar en algún momento este planeta y hacerlo habitable, porque en este momento, según los estudios desarrollados, no lo es.

El interés de conquistar el espacio es latente desde el nacimiento de la observación del cosmos y esto conllevó la idea de poder conquistar el cielo y las estrellas. El proyecto tangible y sustentable de conquistar Marte se remonta al año 1877, cuando el astrónomo italiano Giovanni Schiapelli, bajo sus observaciones telescópicas, manifestó que en este planeta existn una especie de surcos que imitan a sistemas de irrigación terrestres, los cuales pudieron transportar agua, además estos, por su aspecto, podrían haber sido construidos por algún tipo de vida inteligente.
En el siglo XX, oficialmente se contabilizaron 33 proyectos de diversos países para generar algún acercamiento a Marte, entre sondas, planes de aterrizaje de rovers, vuelos en órbita, países como Estados Unidos, Rusia y Japón, intentaron conseguir la suficiente información para saber más de este planeta y ver la posibilidad de llevar humanos.
Marte es un planeta que recibe su nombre por el dios romano de la guerra, tiene su apariencia rojiza gracias a la gran cantidad de óxido de hierro en su superficie, a comparación de nuestro planeta con atmósfera compuesta por oxígeno y otros elementos, en Marte predomina el dióxido de carbono, el cual para nosotros, los humanos, es mortal respirar; el planeta cuenta con dos satélites, Fobos y Deimos, y su superficie es parecida a los desiertos y valles de la Tierra, por ahora no se han encontrado seres vivos o aliens en esta superficie, ni agua, elemento indispensable para la vida.
Para el siglo en curso, países como la India, China, Emiratos Árabes y la Unión Europea, han ingresado al desarrollo de expediciones para conocer de este planeta, en donde la mayoría de los casos el procedimiento ha sido un éxito. Se ha podido mandar cohetes tanto con orbitadores y rovers autosuficientes para explorar la superficie marciana, de las cuales 12 misiones aún se encuentran operando y mandando información útil, la principal es saber si existe agua en el planeta que en algún momento pueda generar vida y hacerlo habitable.
Impactantes son las fotografías que los terrícolas pueden ver desde este lado del espacio, algunas más motivadoras que otras, suponiendo que, en algún momento, el ser humano pueda superar viajar a través de 54,6 millones de kilómetros por unos 450 días en pequeñas naves espaciales para llegar y pasear por tierras rojizas. Siendo este proceso patrocinado gracias al deseo gubernamental de diversos países, en este momento hay empresas privadas con el mismo sueño, que ya lo están haciendo realidad.

Elon Musk es el hombre empresario y visionario que, a través de su interés por desarrollar cohetes espaciales para uso comercial, mantiene la idea firme de que para el año 2026 sea posible que su cohete Starchip pueda llevar por lo menos a 100 personas al planeta Marte, y esto no es un sueño nada más, gracias a su trabajo ha sido posible que su compañía SpaceX pueda ser la primer empresa aeroespacial privada con la idea manifiesta de conquistar el espacio, o por lo menos Marte. Sus cápsulas de viaje Dragón ya han llevado astronautas a la Estación Espacial Internacional y sus cohetes Falcón han posibilitado el transporte de grandes cargas al espacio.
Se ha calificado esta idea de delirante y sumamente peligrosa, ya que no se tienen aún las condiciones de sobrevivencia en este planeta. Lord Martin Rees, el principal astrofísico del Reino Unido, manifestó que «la idea de colonizar Marte en mediano plazo es impensable aún, ya que con los conocimientos que se tienen del planeta rojo, se puede decir que la idea de vivir en Marte no es más peligrosa como poner a gente en el monte Everest o en el Polo Sur, es decir bajo condiciones inhóspitas e inhabitables.»
La idea de que en algún momento se diluyera o la intención disminuyera para otros países y que un solo hombre y su compañía tengan la idea fija en este meta, es alucinante y escalofriante, pero, sin duda, es el principio que se debió de dar para el desarrollo de una nueva conquista y nosotros lo estamos viviendo, posiblemente esta idea no la veamos concretada, pero sí tenemos la oportunidad de que esta u otras generaciones vivan en Marte, lo que sin duda nos pone en un gran momento histórico que va más alla de cualquier conquista que se haya desarrollado en nuestro planeta.
En estos momentos existen en el planeta Marte varios rovers o todoterreno explorando el suelo marciano, el Curiosity-2 estadounidense o el Tianwen chino, investigan todo lo posible para saber más del planeta y en algún momento vivir ahí; y Elon Musk trabaja en su cohete para que podamos viajar como simples turistas en un tiempo no muy lejano. La historia de la humanidad está a punto de cambiar.
Lo único que no se sabe es si la conquista solamente será terrenal o también social, la no tan simple idea de manifestar que existe vida similar a la terrestre en otros mundos creo que no es compresible para la sociedad actual. El saber si somos los únicos seres vivos en el universo, o por lo menos en nuestra galaxia, es una de las incógnitas por resolver que va implícita en todas las exploraciones que se desarrollan afuera de nuestro planeta, aunque existan miles de supersticiones o acontecimientos que supongan que pueda existir vida en otros horizontes de la galaxia, por más microscópica que sea, sería un hecho sin precedentes y con poca severidad del proceder de este encuentro entre marcianos y terrestres.
Y hasta que esto no se vea realizado, en caso de que suceda, mientras el hombre pone todo su conocimiento y sapiencia a la par de la tecnología para lograr encaminar sus esfuerzos en trascender mas allá de lo terrenal, ya sea por parte de algún gobierno o de una empresa privada, el contexto es similar, el de mayor poderío es el que debería llegar primero, y para eso tenemos varios prospectos gubernamentales en este planeat; suponiendo que pronto podamos llegar a pisar otros planetas, esperamos que seamos nosotros los conquistadores y no los conquistados.
Eduardo Reyes González.
Fuentes:
https://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain/Historia_de_la_exploracion_de_Marte
Imagen de portada: Alexander Antronov.
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