– Siempre dijiste que querías creer. Pero, ¿creer en qué, Mulder?
Si esta es la verdad que buscabas, ¿en qué se puede creer?
– Quiero creer que no perdemos a quienes mueren… que nos hablan.
Diálogo entre Dana Scully y Fox Mulder.
The X Files (E. 20 / T. 9 – La verdad II).
En unos días se celebra el Domingo de Resurrección y me ha dado vueltas esa idea, la de la resurrección, así que hoy quisiera abordarla desde un punto de vista ateo.
No son pocas las ficciones en las que se nos habla de que los muertos regresan, de una manera o de otra, y se hacen presentes ante aquellas personas que les conocieron en vida. En muchas de estas ocasiones, los muertos llevan consigo un importante mensaje que revelan en un momento clave.
Estoy segura de que quienes mueren no pueden volver a la vida, pero también de que, de alguna manera que sobrepasa a la explicación que puede darse con palabras, los muertos, nuestros muertos, nos acompañan en todo momento e incluso podemos escucharles en momentos de necesidad, de desesperación y de angustia.

En los capítulos 19 y 20 de la novena temporada de la serie The X Files, Mulder se enfrenta a una situación decisiva, acusado de matar a un militar, y mientras se prepara para el juicio comienza a ver figuras de su pasado que ya murieron y que le brindan información importante sobre lo que está por venir.
¿En qué creer? Esta pregunta se formula de diversas maneras, no solamente en estos dos capítulos, sino a lo largo de toda la serie. La cuestión de la verdad es algo que incluso forma parte de la introducción de cada capítulo, cuando se enuncia que: The truth is out there (La verdad está allá afuera).
¿En qué creer cuando atravesamos por momentos de profunda desesperación, angustia o dolor? Hay muchas personas que se refugian en el consuelo de la religión y en noción de la existencia de uno o varios entes divinos. Pero, quienes no encontramos consuelo en esa idea, ¿tenemos a dónde acudir?
Yo creo que sí y que la respuesta está en nuestro interior. Al final del capítulo 20, que es el que cierra la temporada nueve, y que se titula justamente La verdad, Mulder y Scully se cuestionan acerca de todo aquello que han ido descubriendo en los nueve años que han pasado juntos. Una verdad terrible está en juego, recién descubierta por Mulder, aunque también la posibilidad de creer en algo más, pero, ¿en qué?

Mi interpretación es que ese algo más yace en lo profundo del alma humana, ahí donde también viven quienes ya no están físicamente en este mundo, pero que nos quisieron y les quisimos. Y es que las personas que nos han acompañado en esta vida permanecen en nosotras, nos toman de la mano en los momentos más difíciles y nos recuerdan aquello que a veces olvidamos, sobre el pasado, sobre el presente y también sobre el futuro.
Desde hace años que vivo esta realidad, mi realidad, como una yuxtaposición de tiempos, realidades posibles e historias (incluso ficciones). Cuando la fuerza flaquea, hay otras fuerzas que me acompañan y me sostienen. Cuando la visión se nubla, hay palabras que me recuerdan lo importante; cuando el camino se torna muy oscuro, hay presencias que permanecen brillando junto a mí y que iluminan el sendero y también mi interior.
Pienso en el Domingo de Resurrección como un acontecimiento que cualquier persona puede experimentar, un día común y corriente, cuando una persona amada se ha ido, y de pronto sentimos su inigualable presencia, que nos toma del brazo o nos consuela, y el dolor se vuelve menos hondo, el mundo se torna menos insoportable y el deseo de vivir se hace presente otra vez.
Inés M. Michel.
Ciudad de México, Jueves Santo.
Imagen de portada: Detalle de Muerte y vida, Gustav Klimt, 1910 / Museo Leopold, Austria.