CineCuerdas | The Father

Se dice popularmente que no hay que quejarse de envejecer. Es un privilegio negado a muchos. También se dice que no hay otra manera de vivir mucho. Las dos aserciones son ciertas; pero implican dos preguntas que muchas veces ni se mencionan. Una: envejecer, ¿en qué condiciones y con cuál calidad de vida? Y la otra: ¿ocupando cuál lugar para la familia de uno o una?

En los países llamados desarrollados o del Primer Mundo, lo común es llevar a los padres a un asilo, cuando llegan a una edad longeva. Ése es un modelo que, con sus diferencias, se ha llevado también a nuestros países del Tercer Mundo. Y sí, hay Casas de Descanso, como eufemísticamente se llama a estos lugares, mejores que otras y hasta de lujo algunas.

Eso resuelve de manera elegante el “problema” de cuidar a los ancianos y ancianas y desatenderse de ellos cuando ya no son productivos; con mayor razón si se trata de progenitores que dependen económicamente de sus hijos o si tienen enfermedades como la demencia senil o el famoso Alzheimer.

old woman mujer vieja asilos pintura
Pintura: ‘Old Woman’, de John Lautermilch.

Éste es el tema que pone en el centro The Father  (disponible en Amazon Prime), con la formidable actuación de Anthony Hopkins, quien obtuvo el Oscar 2021 al Mejor Actor por esa película; y con el excelente desempeño actoral de Olivia Collman.

Uno podría pensar que en un país como el Reino Unido,  los viejos ya estarían acostumbrados y verían como “algo natural” el destino de morir en una institución, cuidados por personas ajenas, quienes, por más profesionales  que sean sus cuidados, no podrán sustituir a sus familiares cercanos.

The Father nos muestra, de una manera conmovedora, que no es así. Que el dolor de saberse abandonados por sus seres queridos y la tristeza concomitante a ello, no deja de estar presente ni en el mejor espacio, ni en una mente deteriorada por la enfermedad.

Desde mi perspectiva, este filme cumple con uno de los más importantes objetivos del celuloide: reflexionar. En este caso, sobre la vida; pero también sobre la muerte.

A lo largo de la película y, sobre todo al final, nos quedamos con el eco de la tristeza profunda del personaje central, Anthony (Anthony Hopkins) y su llamado que no recibe nadie; porque nadie está ahí para escucharlo.

Demanda desesperada que inútilmente trata de tranquilizar la tierna enfermera en turno.

anthony hopkins el padre
Fotograma de ‘The father’.

Reproduciré el último diálogo del filme para ilustrar esto último:

— Quiero que venga mi mamá — dice Hopkins.

— ¿Su mamá? — Inquiere la enfermera.

— Es su hija quien vendrá a verlo el fin de semana.

— No, mi mamá. ¡Que venga por mí! ¡Quiero salir de aquí! ¡Que venga y me lleve a casa!

Y, en plena crisis de llanto, un niño asustado de 80 años, grita:

— ¡Mamá, mamá!

Personalmente, me pregunto: ¿de dónde habrá surgido la idea de que los ancianos y ancianas están mejor y más bien cuidados de lo que se les puede atender en su casa? ¿Y dónde queda el afecto de sus familiares, ése que, cuando los viejos fueron jóvenes, prodigaron?

¿O será que los viejos, como los objetos que ya no sirven, son desechables?

Los asilos demuestran que es posible ser tratado o tratada como un mueble que ya no se usa, o como alguien que ya está muerto, aunque siga respirando.

Eunice Michel

Guadalajara Jalisco a 14 de julio de 2022. Colonia Morelos.


Referencia:

The Father. Florian Zeller. F. Comme Film/Trademark Films/Cine@/AG Studios/Film 4/Orange Studio/Canal+/Cine+. Reino Unido/Francia. 2020.

Imagen de portada: Fotograma de The Father.

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