Ecos en la escritura

En el prólogo de Los sueños de la bella durmiente se habla del eco (o los ecos) que pueden resonar a través de la escritura en autoras y autores que no necesariamente conocen sus obras entre sí.

Conocí a Emiliano González porque mi madre me puso sobre su pista, regalándome un ejemplar del libro del que voy a platicarles hoy.

Pensaba hace poco en todos los libros que me han regalado mamá o papá, en contraparte con las encontradas por mi cuenta. Calculando mentalmente, creo que son más los libros-tesoros que me han llegado a las manos por la vía del obsequio, incluso anticipándose a futuros intereses.

Los sueños de la bella durmiente no es la excepción a este patrón y me gustaría confesar que, una vez que leí el prólogo en el invierno de 2021, lo abandoné. Retomé la lectura apenas la semana pasada y esta vez un hechizo fue lanzado sobre mí a través de las palabras de Emiliano. Mientras escribo esto todavía estoy bajo el efecto vaporoso de tal encantamiento.

novela fantástica mexicana
Portada de ‘Los sueños de la bella durmiente’ / Debolsillo.

La fantasía es el género que por excelencia me ha hipnotizado durante mi vida lectora. Empezando con Michael Ende (1929-1995), de quien ya he hablado en este espacio, hasta llegar a Emiliano González (1955-2021).

González me ha conmovido, sorprendido y trastocado con una narrativa inesperada donde encontré ecos no solo de autoras y autores que forman parte de mis influencias fundamentales, sino que también hallé ecos con mi propia obra en construcción, concretamente con el que espero sea mi segundo libro publicado.

Nos dice Miguel Lupián en el prólogo que «Emiliano González insiste en los conceptos de intuición y coincidencia, que podrían ser agrupados como premoniciones, esos «ecos anteriores al sonido, esos reflejos anteriores a la imagen»».

En esa sustancia que compone el universo, el mundo y, por ende, a nosotras/os mismas/os, me atrevo a imaginar ecos y susurros que las creaciones van dejando. Por ello, sucede que sin haber leído antes una obra, podemos rimar con ella, tanto en la práctica artística como en la intelectual.

tarde otoño penumbria

En esa rima fascinante me encuentro ahora mismo, leyendo sobre Penumbria, un lugar en donde siempre son las 5 de la tarde. Pero si quieren saber por qué, tendrán que adentrarse en sus páginas y seguir la pista de autómatas creadas para reemplazar jóvenes en un internado, amores inconclusos por razones inesperadas y obras de teatro donde, aún saliendo del escenario, la función continúa porque «tus ojos son los ojos del espectador, de cualquier espectador. Todos verán lo que tú veas».

Vayan a la obra de Emiliano González, autor de doce libros, entre ellos Los sueños de la bella durmiente, que ganó el Premio Xavier Villaurrutia en 1978. Este prolífico escritor nos dejó en 2021 para irse a la ciudad del otoño perpetuo como dice Miguel Lupián al cierre del prólogo. A diferencia de Miguel, yo no lo conocí en persona, pero también creo que por allá nos encontraremos algún día.

Inés M. Michel


Imagen de portada: Agujero negro V404 Cygni / NASA.

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