Nota introductoria: A continuación encontrarán el texto que fue leído durante la segunda presentación de Secuencias oníricas (La Zonámbula Editorial, 2021) en Guadalajara, Jalisco. En un espacio, por demás especial, estuvimos presentando este libro de doce relatos breves donde los lindes entre ficción, fantasía, realidad y sueño se desdibujan, dando paso a diversos mundos. Agradecemos la compañía de todas las personas que se dieron cita en la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica, el pasado 2 de septiembre de 2021.
Inés M. Michel
«Necesitamos la ficción para narrar lo que es difícil de describir».
Remedios Zafra
(citada por Caterina Cardona Cànaves, durante su participación en la presentación de Secuencias oníricas).
Fue en este mismo espacio, entre otros más, donde cultivé mis gustos como lectora irredenta, recorriendo sus pasillos en la búsqueda de títulos que llamaran mi atención. Hay uno en concreto que me marcó profundamente. Se trata de Kant y los extraterrestres, ensayo de Juan Pablo Anaya publicado por Tierra Adentro. Ese pequeño libro, de apenas 76 páginas, se convirtió en una de mis obsesiones allá por 2012, y fue citado por mí de manera recurrente en diversos trabajos académicos. Quienes fueron mis compañeres en esa época, y que ahora se encuentran aquí, probablemente recuerden aquello.
Confieso, entonces, que hay libros que más que encontrarlos, me encontraron a mí, me taladraron el cerebro y dejaron huella. Así pasó con: La prisión de la libertad, de Michael Ende, con El misterio del solitario, de Jostein Gaarder, o con Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe. También me ha ocurrido con cuentos, cuentos en concreto que flotan a mi alrededor desde que los leyera por primera vez y me causaran una impresión severa. Estoy hablando de El corazón delator de Poe, de El almohadón de plumas de Horacio Quiroga, de La mano del mono de W. W. Jacobs o de El rey de los gatos de Joseph Jacobs.
Estas referencias pertenecen a mi infancia y mi juventud temprana. Más tarde fui tropezando con más libros, autoras y autores, como Amparo Dávila y Francisco Tario, cuya lectura me fue transformando.
Estar aquí, presentando mi primer libro de cuentos, es especial, porque el espacio mismo forma parte de mis búsquedas literarias. Ahora estar de este lado, con una maravillosa compañía a mi lado, y frente a ustedes, es un momento que atesoraré, como otros que he tenido la fortuna de vivir. Dice Guillermo del Toro que hay ocasiones en que imprime un acontecimiento de su carrera en su memoria y piensa: Para los últimos tres minutos de vida. Quizá este sea para mí uno de esos recuerdos para mis últimos tres minutos, quién sabe, falta tanto por vivir y por publicar, o eso espero, deseando que me alcance el tiempo para seguir en las letras, el camino que me atrajo con un magnetismo que pocas cosas ejercen sobre mí de esa manera. Otra de esas llamas es el cine, David y varios más aquí presentes lo saben.

(Foto: Marisol Jiménez).
Como cinéfila y como realizadora de un cortometraje titulado Ella, presentado hace años en un festival de cine dedicado a mujeres directoras, puedo decir que también en la cinematografía he encontrado resguardo, así como chispas creadoras que se encienden cada que pienso en contar historias. En esta parte, la del cine, hay muchos proyectos en el tintero. Y para eso también deseo que haya tiempo, o que lo construyamos, porque una misma va haciendo su tiempo, moldeando su entorno y tejiendo sus sueños.
Ah, los sueños… eso es justo lo que nos reúne aquí. No en vano se llama mi libro Secuencias oníricas. Cada uno de sus cuentos (o secuencias) nos lleva entre paisajes de ensueño, de pesadilla, de incómodo surrealismo o de fascinante oscuridad. Quise que al leerlos se preguntaran si toda esta realidad es también imposible, quise que, al parpadear entre párrafos, por un instante alcancen a percibir la irrealidad del mundo, y lo parecidas que somos a personajes de ficción. ¿Qué nos separa de las ilusiones o las fantasías? ¿Será que solo una ventana?
Les dejo estas preguntas, flotando, sin la intención de que sean contestadas hoy. He pensado recientemente, que quizá las mejores preguntas, son las que no tienen respuesta.
Les agradezco de corazón su presencia esta noche, así como a Caterina (Cardona Cànaves) y a Jorge (Orendáin) por acompañarme. Gracias también a Raquel (Mendoza Moya) y a todo el equipo del Fondo de Cultura Económica por invitarnos y ser parte de este sueño.
Inés M. Michel.
Guadalajara, Jalisco a 2 de septiembre de 2021.
Imagen de portada: David A. Becerra.